Cuando te conocí, vos tenías muy en claro algo: Querías ser mamá. Al poco tiempo de haberte conocido me di cuenta de que cuanto te conviertas en madre, ibas a ser una madre de la puta madre. Cuando finalmente pudimos lograr un embarazo, comenzó el proceso en el que te ibas a convertir en madre. Claro que uno de los grandes temas, era que yo me tenía que convertir en un padre, algo de lo que no sabía si iba a estar preparado para hacerlo bien. Pero, al tener la suerte de tenerte al lado, todo el proceso fue muchisimo mas simple, porque supieste (en ese momento y ahora) ayudarme, guiarme, aconsejarme y apoyarme a darme cuenta de como hacer las cosas de como moverme.
Finalmente, cuando nació Fabrizio, vos dejas bien en claro que habías nacido casi exclusivamente para ser madre. Dejas toda tu energia, todas tus fuerzas y todo lo que tengas para que el nene este bien. Podes estar sin comer con tal de que él lo haga. Podes dejar de comprarte cosas que necesitas o de ir al médico, para priorizar las nececidades de él o sus urgencias. Cada día al lado tuyo es una pequeña lección de vida, donde me vas mostrando todo lo que un ser humano es capaz de dar, casi sin pedir nada a cambio.
Ahora, ya a poco mas de seis años que de te hayas convertido en madre, podemos festejar un nuevo Día de la madre, en el cual espero que lo pases de maravilla, disfrutando de un hijo hermoso y de lo que lamentablemente te tocó como pareja.